Análisis. Europa is different
ALEJANDRO VIDAL Le dije a un culé de pro, cuyo nombre no viene a cuento, que yo, en su lugar, no me pondría nervioso por la suerte del Barça en la Liga, pero me ofrecía dudas en la Copa de Europa. Y es que el líder incontestable del campeonato doméstico, capaz de mantener una ventaja de casi 30 puntos sobre el tercero, se achica ante el primer equipo de la Premiere con el que se cruza.
El primero en mostrar sus vergüenzas al Liverpool fue el Real Madrid, cuyo ejemplo no tardó en imitar el Villarreal frente al Arsenal y, ahora, con la eliminatoria por resolver, el Chelsea, cuya única ocasión de gol resultó ser una cesión de Márquez a Valdés que Drogba fué incapaz de resolver, demostró que el león blaugrana no es tan fiero como lo pintan. Constato, como anotación marginal, que el colegiado español Medina Cantalejo, severamente criticado por Benítez tras su actuación en el partido que sus Red Devils cedieron en Stamford Bridge, es el mejor árbitro del mundo comparado con el alemán que ayer la UEFA envió al Nou Camp. Espero que Platini, aparte de consolar a Laporta, tomara buena nota de ello.
Y no me lo tomen por una frivolidad. Me alegro de que el choque de vuelta no vaya a ser televisado por Antena 3. Acabé sin saber con qué equipo jugaba Tom Cruise, si ‘La chica de ayer’ era la novia de Piqué o si el Barça había fichado al jefe de policía de Coslada. Lo que ocurría o pudiera haber pasado en el campo era, por lo visto, mucho menos importante. Eso si, supe que la lesión de Márquez se debía a un “rompimiento” del menisco, ignoro si asado o al horno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario